La elección ha sido rápida por diversos motivos. Es imprescindible la playa para descansar y cargar pilas. Importantísimo que esté dentro de lo que yo llamo la civilización: una ciudad con todos sus servicios, restaurantes, comercio, museos... vamos, un poco de vidilla cultural y de ocio. Otro motivo fundamental es que me evito el avión. Reconozco que es un medio rápido y eficaz de llegar a los sitios siempre que los controladores no enfermen en masa, siempre que los volcanes no erupcionen por sorpresa y esas cosillas. No quiero sorpresas. Así que nos tocan unos 1000 km en coche. Eso sí, todo autopista. Con la ventaja de tener luego el coche allí y poder llevarte toda serie de cosas que piensas son imprescincibles y luego no usas.
Una vez allí hemos reservado en el mismo apartahotel que la otra vez: Citéa Nice Magnan. Está al lado de la playa, un poco alejado del centro pero sin problema porque el trayecto es un estupendo paseo por La Promenade des Anglais. Además hay un montón de autobuses urbanos. El hotelillo es recomendable. Nos sale a 50 € la noche (en pleno agosto) en habitación doble con cocina (pequeña pero muy completa). Esto de la cocinilla para mí es un gran descanso. Puedes llevar el horario que quieras sin depender de restaurantes continuamente. Y tiene hasta una mini piscina!
Alguien dirá que la vida por allí es un poco cara pero yo no noto la diferencia, al menos con los precios de Pamplona. Hay una gran variedad de restaurantes en los que degustar la excelente y mediterránea cocina Niçoise a buen precio. Muy influenciada por la cocina italiana, puedes probar la Salade Niçoise, Socca, Pissaladière, Ratatouille... Eso si, hay que tener en cuenta que es Francia y no tienen la misma costumbre de salir a tomar potes por ahí como hacemos nosotros. Así que cuidadín con los precios de un café y de un vino. De todas maneras, esta falta de tapeo se compensa de sobra con el estupendo clima, su mar azul, su luz (Matisse y Picasso ya se dieron cuenta de ello).
Otra de las cosas que me encanta son sus mercados al aire libre: Le Marché aux Fleurs (el Mercado de las Flores), Le Marché aux fruits et légumes (el Mercado de las frutas y verduras), Le Marché à la brocante (muebles y todo tipo de cosas antiguas).
Y una vez que se está por allí es obligatorio darse una vuelta por Mónaco, Cannes y Antibes. Las carreteras de la costa son espectaculares. También una excursión al interior no está de más. Por ejemplo a Grasse, la capital mundial del perfume. Ver sus campos de flores y visitar Le Musée Fragonard.
Como dicen que de víspera se conoce el día, no sé cómo me lo paso mejor, si en el propio viaje o planeándolo.
¡¡Aishh, qué ganas de cambiar de aires!!
Qué... ¡chulo!!! Me acabas de dar envidia sana con el viaje, y eso que estoy relativamente cerca (en Barcelona). Espero que todo vaya de lujo por allí, y que luego traigas más fotos! Las que has puesto son muy bonitas.
ResponderEliminarAh, y sin duda, tener coche allí es muy útil, claro. ;D
Un beso!
Pero qué guarri la LolaSh poniendo los dientes largos con estas super-vacaciones!!!
ResponderEliminarYa me acuerdo yo de la Salade niçoise y del Marché aux fruits et légumes... tengo una foto desde ese mismo mirador!!! Ay, y sólo hace... 17 años que pasé allí un verano!! AAAAAAAHHH! lo de siempre, 17??, cómo va a hacer 17? pues sí, he hecho la resta y después me he hecho unas cruces!!
Desde luego, es un destino pa repetir!
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ResponderEliminarPues nada chicas,intentaré sobre todo descansar que este año estoy que no puedo con las tabas.
ResponderEliminarSiempre dejo de lado lo de sacar fotillos por pereza pero esta vez me he propuesto hacer un esfuerzo porque luego echo de menos no tener ese recuerdo. A ver si lo cumplo!
Y que conste que no he escrito esto para dar envidias a nadie,eh!? ;) Es a modo de sugerencia para que alguna vez os animéis con el viajecito que merece la pena.