Pero a mi alrededor cada vez hay más gente que lo tiene y desde que mi churri también consiguió el mencionado invento, mi vida ha cambiado.
Si.
Las cosas no son como antes.
Menos mal que veo que mi sentimiento no es único y eso reconforta.
¡Y ahora no me digáis que también formáis parte del exclusivo club del Aifonfor!
De todas maneras espero que hayáis empezado el finde con una sonrisilla.
Ja, ja, ja! ¡Lo que me he reído con el monólogo, es buenísimo! ¡A veces tan real como la vida misma!
ResponderEliminarYo tampoco tengo un iphone... ¿Qué le voy a hacer? Así soy yo, un poco anacrónica... jajaja!
¡Un beso!
Yo tampoco tengo, y no lo tengo previsto, me conformo con el mio, que sirve para mensajes y para llamar, porque poco más hago yo con el móvil :-)
ResponderEliminarPues no sé si decirlo, pero tengo ambos, iPhone y Blackberry, los dos de empresa, y asignados porque tienen, según me los dieron y "jodieron", prestaciones distintas.
ResponderEliminarSe vive magistralmente sin ellos, pero reconozco que con el iP los blogs como este se ven y comentan de coña.
Me he reído mucho con el monólogo!!!
Fátima, no sabes lo bien que estamos sin generarnos necesidades tecnológicas absurdas.
ResponderEliminarMeg, pues como yo, para llamar, sms y vale.
Ahí chicas! Resistencia! ;)
Sergio, reconozco que son un juguetico. Son todo menos teléfono.
Si es que Las Lolas tienen glamour en todos los formatos!
no tengo, jo! no tengo...
ResponderEliminarcómo me he reido!!!!!, esta mujer es impresionante!!!!
ResponderEliminarun saludo